La calibración de imagen basada en IA ha pasado rápidamente de ser una herramienta experimental a convertirse en una función integrada en varios modelos de monitores lanzados entre 2023 y 2025. Los fabricantes afirman que el ajuste automático del color, la lógica adaptativa de brillo y la corrección dinámica del contraste pueden mejorar la precisión visual para profesionales creativos y aportar mayor claridad a los jugadores. La cuestión real es si estos sistemas ofrecen beneficios medibles o si solo añaden otra etiqueta comercial en un mercado altamente competitivo.
La corrección visual basada en IA suele depender de procesadores incorporados entrenados con amplios conjuntos de datos de perfiles de color y escenarios de uso. En lugar de ajustes totalmente manuales, el monitor analiza el tipo de contenido, la luz ambiental, las características del panel y las preferencias del usuario para afinar la imagen automáticamente. Esto reduce la necesidad de configuraciones manuales, especialmente para quienes no dominan herramientas de calibración.
Fabricantes como Samsung, LG, Acer y Dell han introducido sistemas de ajuste en tiempo real en varios modelos desde 2024. Estos sistemas supervisan continuamente el contenido mostrado y realizan microcorrecciones en el gamma, el balance de blancos y la nitidez sin retrasos visibles. El objetivo es mantener una consistencia estable entre interfaces de software, contenido web, reproducción de vídeo y entornos de juego.
Muchos sistemas también se apoyan en sensores de hardware. La detección de luz ambiental existe desde hace años, pero la IA permite prever con más precisión cómo afectará un cambio en la iluminación a la percepción del color. En algunos modelos, el sistema incluso puede crear perfiles de comportamiento del usuario a largo plazo para adaptar los ajustes con el tiempo.
A pesar de sus ventajas, la calibración por IA sigue dependiendo de la calidad del panel. Los paneles IPS y VA de gama básica no pueden lograr la misma precisión que las pantallas profesionales, incluso con ajustes inteligentes. Un modelo con gama de color limitada o retroiluminación irregular no experimentará mejoras notables.
Otro reto es la falta de transparencia. Algunas interfaces no detallan claramente qué parámetros modifica el sistema. Diseñadores que necesitan precisión absoluta pueden sentirse incómodos confiando en un proceso que no pueden controlar totalmente. Por ello, los monitores profesionales suelen permitir desactivar estas funciones.
También existe el riesgo de sobreprocesado. En juegos con transiciones de alto contraste o herramientas de edición de vídeo, un exceso de nitidez puede producir halos o ruido. Una implementación equilibrada es crucial para evitar la degradación de la imagen.
Para artistas digitales, fotógrafos y editores de vídeo, la precisión es más importante que la automatización. Las pruebas realizadas en monitores profesionales de 2024–2025 muestran que el ajuste asistido por IA puede reducir la desviación de color (ΔE) en pequeños márgenes medibles, especialmente en modelos calibrados de fábrica. Esto ayuda a conservar la fidelidad cromática sin recalibraciones constantes.
Sin embargo, la IA no puede sustituir completamente a los calibradores externos como los colorímetros. Estos dispositivos siguen proporcionando el nivel más alto de precisión porque miden la emisión real del panel. Por esta razón, la mayoría de profesionales consideran la IA como una función complementaria.
La IA es especialmente útil en entornos de trabajo cambiantes. Diseñadores que trabajan en estudios compartidos o fuera de casa suelen enfrentarse a variaciones de iluminación. La compensación automática permite mantener coherencia sin interrumpir el flujo de trabajo.
Pruebas realizadas en modelos como el LG UltraFine 32UQ890, Samsung Odyssey OLED G8 (versión 2024) y Acer Predator X32 mostraron diferencias claras en la calidad del procesamiento. El sistema de LG ofrece correcciones suaves en el balance de blancos, mientras que el de Samsung prioriza la optimización del contraste para HDR y juegos.
En condiciones controladas, la calibración por IA redujo la deriva del color tras largas horas de uso ajustando brillo y punto blanco de forma automática. Las escenas HDR también mostraron una mejor interpretación del mapeo de tonos en televisores y monitores avanzados.
No obstante, los monitores económicos presentaron mejoras mínimas debido a las limitaciones del propio panel. En esos casos, la función se comportaba más como un conjunto de ajustes predefinidos que como una calibración real.

Los jugadores suelen priorizar frecuencias de actualización elevadas, buena gestión del movimiento y un rendimiento HDR sólido. La calibración basada en IA puede contribuir analizando patrones de iluminación, zonas de contraste y áreas de movimiento para reducir el desenfoque o mejorar la visibilidad en escenas oscuras. Algunos modelos de 2025 incluyen control de atenuación local asistido por IA, lo que ayuda a reducir el blooming y mantener un brillo más estable.
La tecnología resulta especialmente útil en títulos HDR. Los algoritmos de mapeo de tonos reforzados con IA interpretan mejor los metadatos generados por el motor del juego, lo que se traduce en luces más equilibradas y mayor detalle en sombras. Esto aporta una experiencia más estable en distintos géneros, desde shooters competitivos hasta juegos de mundo abierto.
Aun así, la IA no siempre es ideal en entornos de esports. Muchos jugadores competitivos desactivan estos sistemas porque prefieren una imagen predecible sin ajustes dinámicos. La estabilidad suele ser prioritaria sobre la calidad visual.
Pruebas en títulos como Cyberpunk 2077, Alan Wake 2, Counter-Strike 2 y Assassin’s Creed Mirage mostraron que el ajuste automático de brillo y contraste puede mejorar la claridad en escenas oscuras sin elevar en exceso los niveles de negro. Esto fue especialmente notable en paneles OLED y Mini-LED.
En juegos competitivos la mejora fue moderada. En algunos casos, el aumento de nitidez produjo halos, y los jugadores obtuvieron mejores resultados combinando ajustes manuales con controles internos del juego. La calidad dependió mucho del firmware del monitor.
En resumen, la optimización visual basada en IA es más valiosa para experiencias inmersivas que para competiciones. Los usuarios que buscan una experiencia cinematográfica son los que más se benefician.